Llegará pronto el día que cuente más anécdotas de Guatemala que han dejado un impacto en mí tan fuerte como lo que está ocurriendo ahora del otro lado del mundo, pero por ahora veo importante dar esta reflexión propia sobre los hechos que veo suceder en este mundo que cada vez se vuelve más frágil.
Quisiera comenzar por el principio pero realmente después de tanto tiempo no termino de conciliar mentalmente cuál es el punto exacto que hizo que la situación en Medio Oriente se saliera de control y aún más puntualmente sobre el territorio palestino que lleva ya siglos de tener complejidades difíciles de digerir. Por esto mismo abordaré el tema desde la más reciente crisis. Es importante decir que no condono para nada las atrocidades que cometió Hamas ante Israel en aquel 7 de Octubre del año pasado. Recuerdo haberme levantado y escuchar lo que estaba sucediendo y llorar del dolor profundo del ingreso del odio y la muerte por aire y tierra a suelo judio. Aunque no lo viví mucha gente alrededor mío era israelita y también pertenecían a ese ecosistema artístico de la comunidad del Lago de Atitlán. Adicionalmente pensaba en muchos de mis mejores amigos y amigas y claro en mi propio hermano. Todas personas a las que admiro y quiero profundamente y con quienes en ese momento compartía el dolor. Pocas cosas han sido tan preciadas para mí como las celebraciones a la vida a través de los festivales de música. Un espacio cuasi utópico de paz y sin juicio, un lugar de casi libertad absoluta donde se ha logrado preservar la comunión auténtica humana a través del baile. Pensar lo que esas personas vivieron y pasaron de estar en el extremo de la alegría a una masacre total es algo que aún mueve más de una fibra en mi cuerpo. A los pocos días ví una entrevista que le hicieron a Yuvel Noah Harari quien relataba cómo sus tíos no habían sido alcanzados por la muerte con gran suerte al haberse escondido en un clóset que los militantes del grupo terrorista no habían revisado. Lo ví quebrarse y contar que el ataque había sido perpetrado en los kibutz donde vivía mucha de la gente más progresista de Israel y que hasta donde entiendo la gran mayoría no comulgaba con la actitud de su gobierno ante sus vecinos. La combinación de estos hechos me llevó a concluir rápidamente que la moral acababa de ser rota por completo en este país. Claro hablar de moral ya era algo difícil en ese territorio, a pesar de cualquier complejidad que quisiéramos ver para mi es innegable el estado de exclavitud y denigración con la que el estado de Israel liderados por la base Sionista ha tratado al pueblo Palestino. La respuesta sin duda se daría y me hacía pensar de qué magnitud sería recordándome de aquellas imágenes de los palestinos tirando piedras contra tanques y cohetes israelis. Temía lo que vendría aunque debo de decir que no imaginaba lo que estaba a punto de gestarse.
Y así comenzó el destructor genocidio que no ha parado al día de hoy. Primero fueron las bombas que claramente dejaban al país sin infraestructura, pero después las atrocidades se fueron colando, las muertes de niños inocentes creciendo y la invasión total del territorio de Gaza cuajando. Hubo un momento donde pensé que la respuesta pararía, después de todo en las peores épocas siempre ví que el gobierno de Israel respondía entre 3 a 4 veces de muertes por cada ataque palestino. Esto sin embargo no ha dejado de salirse de control. Los primeros meses me generaron muchas dudas, la más grande que sigue latente es cómo el país con probablemente los mayores estándares de seguridad del mundo había permitido esta entrada y más aún había sido lento en su respuesta. Pero desde ese día hasta hoy debo de decir que me cuesta ver otra razón que una ligada a fines económicos. Entender cómo un Israel con el nivel de inteligencia que tiene y operaciones históricas que ha llevado a cabo con poca derramación de sangre no pueda ir a Qatar y usar vías diplomáticas o legales o de otro tipo para capturar a la cabeza de Hamas que vive tranquilo en este país desde hace un tiempo viendo todo desde la tele y enviando instrucciones a distancia. No, debían destruir todo y dejar al líder vivo. ¿Aún no se han dado cuenta que solo enardecen al mundo en su contra? Muy acertado me ha parecido el ejercicio de Sudáfrica de llevar el caso de genocidio a La Haya. Algo que a penas comienza pero que debe de llegar a su final con Netanyahu y su gabinete juzgados como los mismos Nazis a quienes ellos mismos pidieron que se juzgara con la pena más fuerte. Mientras tanto, el mundo y su vacío de liderazgo continúa. Poco parece importarle esto al Likud y su sed de sangre que no sólo dejó claro que pelean por “sus derechos” en Israel sino en cualquier lugar del mundo, perpetrando el ataque en Irán que estuvo a punto de desequilibrar al mundo y ponerlo al borde de una guerra mundial. ¿ Acaso sus derechos son los únicos que se pueden hacer valer en este mundo? ¿No importamos el resto y lo que pase si uds logran su objetivo? Estados Unidos como siempre liderando la mentira con los noticieros dejando de lado las manifestaciones que comenzaban a producirse hasta llegar al punto actual. Peor aún ha sido ver a alcaldes atacar el movimiento de forma tan visible y callar a mucha de la misma gente que perseguía derechos para la minorías que muchos de ellos mismos representaban en ese país. Y muy unido a la poca acción no quedaba atrás Europa que a pesar de pronunciarse de forma distinta no toma ninguna acción contundente como la misma que hace con Ucrania argumentando lo mismo que sucede actualmente en Gaza. A rescatar como pequeño avance el reconocimiento del Estado Palestino departe de Noruega, Irlanda y España junto con 140 países que ya habían votado a favor. Quizá de lo más triste es ver a la mayoría del mundo árabe tan cobarde hacia su misma gente. Ver a Egipto cerrar fronteras y varios países más ni siquiera pronunciarse es algo que deja entrever el único interés real en este momento en el mundo.
Los meses pasaban y las redes sociales no dejaban de explotar, cada vez era más evidente el repudio mundial pero las acciones aún han sido muy pobres. Los líderes del mundo no han hecho más que lo mismo con su nefasta actitud, hablar mentiras, tratar de utilizar una diplomacia cooptada por el capitalismo y seguir adelante viendo como los cuerpos de miles de inocentes siguen apilandose. Parecería una nueva catástrofe para inmunizarnos del carnage humano que cada mes se hace más común después del trompo que dejó en su paso Donald Trump en el mundo (a quien dedicaré también un espacio en este blog). Los demócratas claramente financiados por una base con relaciones fuertes al estado de Israel actuó como siempre con una hipocresía brutal al “ir en contra” de los ataques en Palestina que escalaban pero mandando armas sin parar para ejecutar las masacres. En medio de todo esto parecía imposible pensar que saldría un liderazgo, del que tanto carecemos, a tratar de salvar la situación. Pero no todo estaba perdido, como en el Yin Yan en medio de la obscuridad más grande siempre habrá un punto de luz que pueda dar vuelta al círculo hasta cooptarlo casi por completo para establecer el balance. Y así comenzaron los levantamientos universitarios, primero desde las costas de Estados Unidos, luego metiendose al centro, contagiando a la región y ahora al mundo entero desde Londres hasta Ciudad del Cabo, Río de Janeiro y Sidney. Interesante ver el contraste de estas instituciones que por muy compradas que estén siguen generando conciencia a través del razonamiento que canalizado con energía bien conducida genera una revolución en las mentes y el actuar del mundo. Hoy a casi 2 meses de haber comenzado se ha unido a las protestas el mundo entero y se comienza a sentir un clamor para ya no sólo pensar en parar la guerra, sino en lograr algo casi impensable con el reconocimiento mundial del estado Palestino que lleva ya demasiado tiempo mereciéndolo. Hay esperanza, la semilla la han colocado ustedes estudiantes del mundo. Han recobrado la conciencia de la época de Vietnam pero con una acción más contundente que la de sus predecesores. Están poniendo de vuelta la responsabilidad moral y la coherencia en su lugar. No con el discurso retrograda que ya llevamos años escuchando del sacrificio y los derechos religiosos, sino sobre la dignidad humana y la base de no matar a nadie mucho menos en tan presente desigualdad de condiciones. Una lucha humana, digna y hoy desde este blog celebrada. No sé que vaya a pasar mañana, si pudiera pedir algo por ahora es que nada escale más de donde ya se encuentra pero por adentro, por primera vez en mucho tiempo veo una posibilidad de cambio que nos lleve a estar en un proceso de paz mucho más real y justo del que hemos transitado en nuestras vidas. Más aún la esperanza de ver que las masas han retomado su poder y que hay una generación que promete traer nuevos líderes que sí tomen ese espacio con la responsabilidad y honorabilidad que les corresponde. Con acciones y no con palabras. Estamos con ustedes.
Gracias!
Comentarios